La famosa cortesana de lujo Cora Pearl, conocida también por sus excentricidades, ofreció en 1864 un banquete a 14 invitados, todos hombres.
Allí apostó que podría servirles un plato de carne que todos desearían comer pero que ninguno podría ni se atrevería a cortar.
Entre risas de incredulidad todos hicieron apuestas considerables. La suma final era enorme.
A los cinco minutos, los camareros salieron de la cocina y se dirigieron hacia la mesa, donde esperaban impacientes los catorce comensales con tenedor y cuchillo en mano.
Allí colocaron una gran bandeja de plata sobre la que se encontraba Cora, acostada en un lecho de violetas, completamente desnuda y discretamente adornada con unas ramitas de perejil.
Obvio es decir que Cora Pearl ganó la cuantiosa apuesta y que aquellos invitados gustosamente la pagaron.
Fuentes y más información:
“Leonie and the last Napoleón” (pág. 79) de Tony Boullemier. Fuente imagen.