Por ahora, ni con los más sorprendentes avances en tecnología, medicina o genetica podemos vivir doscientos años.
El humano, lo quiera o no, aún sigue encerrado en esa fastidiosa capa que llamamos tiempo y que se dedica a limitar expectativas.
Doscientos años son muchos años de vida y por mucho que queramos alargarlos, sólo hay una manera de conseguirlo: crear algo… dejar un legado… persistir en la memoria.
Aquellos que crearon algo importante, algo grande, son los únicos que aún siguen vivos, incluso después de doscientos años después de nacer.
Hoy comenzamos la semana viajando a los movidos años 80 para viajar mucho más lejos:
a un 19 de Enero de 1809, para recordar a alguien que aún sigue vivo, aunque pasara su vida disfrutando de la tranquila calma de los cementerios.
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También puedes descargarte el Pasaje de la Historia dedicado a Poe.
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