Uno de los grandes inconvenientes a los que se enfrenta la NASA es la excesiva dependencia de sus propios planes a las exigencias de los nuevos gobiernos que van ganando las elecciones. Según se le antoje a una u otra Administración, la Agencia espacial debe ir acomodando sus misiones a las cambiantes directrices, los vaivenes presupuestarios e incluso a los caprichos, que el Presidente de turno vaya dictando.
Lo hemos visto en incontables ocasiones. En 2005, el presidente George W. Bush inició la retirada del programa de transbordadores y los sustituyó por la misión Constelation con la intención de volver a pisar la Luna antes de 2020. Con la llegada de Barack Obama, vuelven los giros a la política estadounidense y se cancela el programa Constelation e impulsa el sistema SLS junto con la nave Orion. Ahora llega Donald Trump y lo cierto es que los especialistas y muchos sectores dentro de la propia NASA no saben bien a qué atenerse ante un personaje tan escurridizo e inesperado como él…[…]
Así comienza mi artículo “Los planes de NASA para ir a Marte podrían pasar primero por la Luna” en Yahoo España. Si quieres puedes leer el artículo completo en este enlace.