Situada en este idílico enclave y arropada por las montañas nevadas de Alaska nos encontramos el enjambre de antenas perteneciente al Programa de investigación de aurora activa de alta frecuencia, más conocido como HAARP. Son en total 180 radioantenas a lo largo de algo más de 15 hectáreas de terreno cuya finalidad es estudiar la ionosfera y mejorar las condiciones de telecomunicación y vigilancia.
No es un objetivo que resulte muy apetecible a primera vista, pero su origen militar, su alejada situación y el poco estético aspecto de sus antenas han hecho que surjan docenas de locas teorías sobre su utilidad.
En los últimos años los amigos de lo misterioso han asociado las siglas HAARP a oscuros proyectos, cada uno más increíble que el anterior, que incluían desde un sistema de control mental, hasta una máquina para controlar el tiempo, pasando por ideas como la de un arma mortífera capaz de crear terremotos…
Así comienza mi artículo “El proyecto HAARP abre sus puertas a los conspiracionistas que quieran inspeccionar sus instalaciones” en Yahoo España. Si quieres puedes leer el artículo completo en este enlace.