Soberanías perdidas y revoluciones que no lo son

Por Irreductible, el 16 diciembre, 2010. Categoría(s): articulo opinion • internet • politica

Todo el que haya estudiado alguna oposición relacionada con la Administración de Justicia (y con la mayoría de Administraciones Públicas) a buen seguro se sabrá de memoria los 169 artículos y las disposiciones adicionales de las que está compuesta nuestra Constitución. En mis tiempos de oposiciones me la sabía al dedillo, y aunque con el tiempo la memoria ya no es lo que era, la verdad es que al menos el título premilinar casi lo puedo recitar de carrerilla.

En Derecho además, recuerdo que calificaban nuestro texto magno como un «texto rígido», una compilación de leyes fundamentales en las que el acuerdo es tan grande que se ha «protegido» en todo lo que respecta a su modificación. Digamos que nuestra Constitución tiene unos mecanismos de Reforma bastante restrictivos, de lo que deriva el hecho de que, en sus recién cumplidos 32 años de existencia, tan sólo se ha modificado una vez.

Tan rígido que además cuenta con una «protección» especial para ciertos artículos como el Título Preliminar, las libertades y derechos recogidas en el Título I o lo tocante a la Corona.

Estas partes especiales de la Constitución tienen además un sistema de reforma casi infranqueable que incluye (a ver si lo recuerdo bien) los votos de dos tercios de cada cámara para la moción, una vez aprobada se disolverían las Cortes y se convocarían unas nuevas elecciones, resultado de las cuales saldría una nueva Cámara que haría un nuevo texto que además debe ser aprobado de nuevo por una mayoría de dos tercios en el Congreso y en el Senado y, por último someter ese texto a un referendum popular.

Este imposible sistema de reforma es el procedimiento de reforma constitucional para los artículos del Título I, un sistema que parecía todo un blindaje a los derechos y libertades fundamentales, pero que la Señora Ministra de Cultura, acaba de merendarse delante de la mirada pasiva de todos los españolitos.

La pésima guionista de cine que alcanzó su más alta cumbre con el guión de «Mentiras y gordas» se ha empeñado en llevar un remake de su película a la gran pantalla de la realidad, a ese gran cine llamado España, y ha conseguido cargarse de un plumazo (o de varios telefonazos) las garantías constitucionales, dejando el concepto de «Soberanía popular» en una especie de difuso borrón en un viejo libro del 78… (Seguir leyendo…)

La noticia la conocéis, se comenta en twitter, en facebook, la han analizado muchas webs y está en boca de todo internet: Los cables diplomáticos que Wikileaks ha filtrado demuestran que la actual Ley de Economía Sostenible y en especial el polémico campo de la regulación de los derechos de autor a los que se refiere la Disposición Final Segunda se ha realizado siguiendo la influencia, dictados y cables de la Embajada de Estados Unidos.

Given the USG’s Special 301-related concerns with respect to the protection of copyrighted materials in Spain, the Embassy has developed a short, medium and long-term IPR strategy for Spain. […] Our strategy will required continued constant high-level Embassy attention to this matter and occasional help from Washington agencies over the coming three to four years.
Cable de la Embajada Estado Unidense filtrado por Wikileaks

Victor R. Ruiz explica qué significan estas instruciones americanas en una serie de artículos sobre el tema que os recomiendo leáis detenidamente.

En 2007 la Embajada no está nada satisfecha con los avances en materia de protección intelectual en España, y establece un plan a varios años vista, que requerirá la atención especial de la Embajada y de otras agencias gubernamentales en Washington. El plan consiste en presiones a todos los niveles. El objetivo es que el Gobierno apruebe primero una ley para avisar a los usuarios que están descargando contenidos con copyright, y en base a la experiencia, apruebe posteriormente la legislación para cortar el acceso. Tienen en cuenta las elecciones de 2008: antes de ellas el gobierno no tendrá margen de maniobra, y tras ellas creen que sólo hay un periodo de un año para la aprobación de medidas impopulares.

Más claro imposible.

Soberanía y en este caso, Soberanía nacional. Una idea que nos legaron los peleones de la Revolución francesa y que desde los tiempos de la democracia en la Antigua Grecia ha significado, a grandes rasgos, independencia en el poder de decisión.

Independencia en el poder de decisión.

De los diversos tipos y conceptos históricos de Soberanía, nuestra Constitución realizó un pequeño cóctel a medio camino entre la Soberanía Nacional y la Soberanía Popular. Un intento de consolidar el Estado como entidad fuerte tras los años del tito Paco y un acercamiento a un pueblo que en los finales de los años setenta se merecía tener ese poder de decisión.

Así, el artículo 1 de nuestra Constitución nos regala esa mezcla de Soberanías en su punto número 2: La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

Una punto 2 que, en una frase, delimita quién es el que manda aquí. Quién lleva los pantalones en España y que, a la vista de los últimos cables filtrados está cada vez menos claro.

Pero, evidentemente, tampoco soy un iluso. Por supuesto que la diplomacia internacional está para esto. Los Países se intentan influenciar, o incluso si queréis presionar, para que los políticos vayan en una u otra dirección.

No vivimos en los mundos de Yuppi… Ya sabemos que existen presiones, avisos, consejos y advertencias extra oficiales para que se regule de tal manera, esta o aquella cuestión.

Sin embargo, no os confundáis… a la luz de las filtraciones, en este caso, no nos encontramos ante las presiones y los tira y afloja propios de las conversaciones diplomáticas entre países. Aquí nos encontramos otra cosa: Una estrategia definida, un plan directo y organizado con fecha incluída y planificado a 3 o 4 años vista y que, como estamos viendo, ha tenido resultados en forma de Ley.

Yo la calificaría como la confirmación oficial y por escrito de la primera Exo-Ley de la, breve pero intensa, historia de España. Antes lo imaginábamos, sabíamos que algo olía mal, pero ahora y, gracias a los cables de Assange, lo sabemos con certeza: los españoles vamos a tener dentro de poco una ley dictada desde fuera de nuestro «soberano» poder de decisión.

Es un ataque en toda regla a la linea de flotación del art. 1.2 de nuestra malherida Constitución.

Y es un ataque elaborado, planificado y lo que es peor: con éxito.

Tenemos todos los elementos, tenemos las pruebas por escrito, tenemos la voluntad y hoy mismo tenemos delante de nuestras narices el resultado, los frutos de una presión a un Gobierno presionable: Extraído de los cables de Wikileaks se puede leer:

El embajador advierte que el gobierno americano quiere ver avanzar la legislación en el Congreso y que no se debilite en el proceso de enmiendas.

La Ley Sinde tiene que salir, sí o sí. Estados Unidos quiere que «nuestro» Congreso avance en la legislación de la propiedad intelectual y que no vaya perdiendo el tiempo con enmiendas.

A sus órdenes, Mister Obama… Hoy mismo, y sin importarle un carajo que esta información filtrada les deje en evidencia, podéis leer en todos los diarios la siguiente noticia:

El Gobierno tiene prisa por sacar adelante la Ley de Economía Sostenible, donde se recoge la polémica disposición adicional sobre el cierre de páginas web. Tanto que las cientos de enmiendas a este complejo y abultado proyecto de ley podrían ventilarse en apenas unas horas: en la reunión que mantendrá la Comisión de Economía el próximo martes. De ahí se mandará al Senado.

Bienvenidos al mundo globalizado 2.0, internaútico y chiripitifláutico del siglo XXI: Todo delante de nuestros ojos como un espectáculo con gafas bicolores de las modernas películas en 3D.

Salen unos papeles que muestran cómo Estados Unidos dirige a nuestros políticos para legislar en la manera en que a ellos les place, Assange el nuevo martir de la libertad como el Equipo A publica y filtra los documentos que lo atestiguan… y confirmando que no sólo es cierto, sino que lo van a hacer delante de nuestras narices, hoy mismito se anuncia que la Ley Sinde se va a aprobar por la puerta de atrás y saltándose los obstáculos que hagan falta.

Wikileaks no ha supuesto una revolución, como he oído por ahí… lo siento, pero esto será de todo, pero una revolución, no.

La gente en las revoluciones hace muchas cosas, hace casi de todo… pero una cosa es segura, la gente en las «revoluciones» no se queda tranquilamente en casa cuando se entera y certifica por escrito que le están mangoneando.

Pero lo que internet nos da, también nos lo quita… Gracias a internet conocemos todos estos chanchullos pero también, por culpa de internet nos quedamos amamonados delante de la pantalla del ordenador sin hacer nada más, salvo quejarnos… yo el primero.



Por Irreductible, publicado el 16 diciembre, 2010
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