La noticia que, en un principio puede poner los pelos de punta a los creyentes más recalcitrantes, personalmente a mí me ha hecho bastante gracia y me ha animado a echarle un vistazo a las reacciones que puede provocar en algunos sectores…
Haciendo un poco de memoria nos vamos a ir unos meses atrás para reencontramos con un artículo del investigador, psicólogo y mago a tiempo parcial, Richard Wiseman, en el que lanzaba un dardo a esos miedos recónditos que aún poseen muchos, dejando un formulario para disipar dudas y animar a la gente a olvidar supercherías. En resumen, lo que el bueno de Wiseman propuso en su blog fue un pacto con el diablo, una manera interesante de comprobar hasta donde llegaban los temores y dudas de sus lectores a la hora de vender su alma.
“I agree that upon my death the devil can have my soul for eternal damnation”
Venderle tu alma al diablo… Un pacto imaginario con un ser imaginario respecto a una cosa imaginaria que, incluso en nuestros tiempos, aún parece causar respeto y recelo en algunos.
Un miedo basado en la fe religiosa suma de muchos factores y creencias realmente peculiares:
- Creencia en la existencia dentro de cada persona de un espíritu etéreo e inmortal llamado alma.
- Creencia en que esa alma es inmortal y tiene una continuidad después de la muerte física.
- Creencia en que esa alma puede sufrir tormento eternamente.
- Creencia en que además esa alma es valiosa tanto para la persona que la posee como para quién quiere adquirirla ya sea mediante cesión, venta o intercambio de favores.
- Creencia en un ser maligno e inmortal que puede tomar tu espíritu y torturarlo indefinidamente en el tiempo en un horrible lugar oculto en las entrañas de la tierra.
- Creencia en que efectivamente puedes llegar a un acuerdo, pacto o venta de tu alma inmortal con ese ser maligno mediante algún medio esotérico o invocación secreta y que él, a su vez, está interesado en ese tipo de mercancia espiritual para torturarla eternamente.
Como vemos, la cosa es altamente improbable (por decir algo)… Aún así, no parece haber muchos valientes que se atrevan, aunque sólo sea para dejar atrás antiguas supersticiones y supercherías.
Quizá han sido esas reticencias y dudas las que han llevado a una pequeña compañía de venta de videojuegos, llamada Gamestation, a dar un paso definitivo… y es aquí cuando llega la noticia.
Este minorista de video-juegos ha anunciado que posee legalmente las almas de unos 7.500 compradores que, sin saberlo y mediante la firma de un pacto incluido en sus cláusulas legales, aceptaron donarlas gratuitamente a Gamestation.
La cláusula decía exactamente:
«By placing an order via this Web site on the first day of the fourth month of the year 2010 Anno Domini, you agree to grant Us a non transferable option to claim, for now and for ever more, your immortal soul».
Evidentemente, se trata de una broma que demuestra que nadie se lee en internet las cláusulas cuando pulsa al botoncito de aceptar… tan sólo pulsamos y siguiente…
Sin embargo, no sé yo cuántos de esos 7.500 internautas, que aceptaron las condiciones sin pararse un momento a leerlas, estarán realmente preocupados por su valiosa alma y lo que los cachondos de Gamestation puedan llegar a hacer con ella…