Mr. Samuel Baldwin (de Hampshire, Inglaterra), había dejado instrucciones precisas sobre el destino que depararía a su cuerpo una vez que falleciera.

El 20 de mayo de 1736, el día después de su fallecimiento, un barco arrojó su cuerpo al mar en las cercanías de Lymington.

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¿Acaso porque era marinero?

No.

¿Un enamorado de la mar, tal vez?

Tampoco.

Baldwin quiso ser «enterrado» en el mar porque su esposa le había asegurado y reiterado en sus múltiples riñas que, si le sobrevivía, se vengaría de él y de sus infidelidades conyugales “bailando sobre su tumba”.

…Y claro, eso era algo que Baldwin no podía permitir.

Música del Post – Jonsi

Fuentes: 1, 2

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Minificha realizada por Guillermo
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