Nos situamos en 1680, bajo el reinado del escuálido Habsburgo Carlos II. En el nuevo mundo, en la Capital del Virreinato de Nueva España, aquella noche fría noche de Noviembre, todo el mundo andaba asustado y refugiándose en sus casas. Eran tiempos de supersticiones y miedos.
En aquel año y tras desafiar todos los prejuicios de la época, un astrónomo llamado Carlos Sigüenza y Góngora, bajó calle abajo e instaló su catalejo en la plaza desierta para observar aquella luz en el cielo.
Al año siguiente, publicó un escrito destinado a quitarle todo el poder intimidatorio a los cometas… Aquel libro se tituló «Manifiesto contra los Cometas despojados del imperio que tenían sobre los tímidos» y le dediqué una entrada hace unos meses.
Pero en esta ocasión, algo era distinto… en 1744, el cometa era diferente… uno de los más brillantes, espectaculares y extraños de toda la Historia.
También hacía frío aquel 8 de Marzo de 1744 y también hubo alguien que no tuvo miedo.
En la región francesa de Lorraine, en un pequeño pueblo llamado Bandonviller, un joven de 13 años quedó fascinado con la visión de aquel cometa… apenas pegó ojo durante toda la noche ante el increible espectáculo en el cielo.
Aquel jovenzuelo se llamaba Charles Messier y a partir de aquella noche, supo cual sería su camino…
Se convertiría en un caza cometas…
Messier se puso manos a la obra y, en su propósito de descubrir y «cazar» cometas, surgió una tarea «adicional» que más tarde sería la que le diera la fama: Necesitaba conocer la situación y posición exacta de otros objetos difusos, para no confundilos con los cometas que iba descubriendo… De esa necesidad, surgió un pequeño catálogo de objetos celestes que finalmente terminaría conociendose como el Catalogo Messier… El catálogo, que contiene un centenar de objetos, es aún hoy consultado por los astrónomos y constituye un punto de referencia fundamental para los aficionados.
Pero volvamos al misterioso cometa de seis colas…
Aquel invierno de 1744, pero en la ciudad suiza de Lausana, otro astrónomo contemplaba el fenómeno. Se trataba de Philippe Loys de Chesaux que se hallaba inmerso en otro trabajo bastante curioso: Datar exactamente el día de la crucifixión de Jesucristo, utilizando datos astronómicos de la biblia, más concretamente en el Libro de Daniel.
En aquellas notas, que se publicaron postumamente, el astrónomo apuntó sus observaciones del fenómeno y de ahí su nombre «Cometa de Chesaux», aunque en algunos sitios también lo he encontrado como «Cometa de Messier» o simplemente Cometa de 1744.
Aquel cometa fue uno de los más brillantes de la Historia, manteniendo una magnitud más brillante que 0 durante 7 semanas aproximadamente, aunque durante dos de esas semanas no pudo verse al encontrarse demasiado cerca del Sol en el cielo.
Y la pregunta puede surgir… ¿Cuantas colas tiene un cometa?
Por lo general un cometa tiene dos colas, no sólo una. Una cola se debe a las partículas de polvo, mientras que la otra se debe al gas ionizado proveniente de la coma del cometa.
Sin embargo, los cometas son bastante impredecibles… pudiendo repentinamente brillar o empalidecer en cuestión de horas. Pueden perder su cola o desarrollar varias. Algunas veces pueden incluso partirse en dos o más pedazos, moviéndose juntos por el cielo.
Un relato muy descriptivo de la aleatoria creación de las colas de los cometas, la he encontrado en la web del proyecto Humboldt de digitalización y corresponde al paso del Cometa Halley por Canarias en 1910:
«El Halley comenzó a ser visible aquel año de 1910 a comienzos de abril, lejano aún, perdido en la aurora y con poco brillo, pero, a medida que pasaban los días, se acercaba, la cabeza se volvía aún más luminosa y la cola se dividía en ramificaciones caprichosas que cambiaban de forma y de luz de un día para otro».
Fotografía del Cometa Halley y sus multiples colas en 1910 a su paso por Tenerife:
Fuentes y más información:
Realizar este Post sobre el Cometa de Chésaux en 1744 me ha costado bastante, porque curiosamente he encontrado más dibujos y fotografías que textos explicativos. Aún así os dejo varios enlaces para quien esté interesado en la formación de colas en los cometas. Astrogea de Cheseaux de Cheseaux Cometa de 1744 (italiano) Foro Quasar Humboldt iac
Música del Post Blitzen Trapper
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