De nuevo una foto encontrada en Internet, además de sorprenderme, ha picado mi curiosidad, y ha propiciado que indagara en búsqueda de la historia que finalmente os presento en este post.
En la fotografía, que data de 1940, en plena Batalla de Inglaterra, un grupo de niños, resguardados en una especie de trinchera-refugio antiaéreo, observan un combate aéreo entre aviones británicos y alemanes en el cielo inglés.
Hay niños de varias edades, y por la expresión de sus rostros experimentan distintas emociones: los hay curiosos, algunos divertidos, otros preocupados y asustados…..
Cuando Hitler comenzó a bombardear las ciudades dentro de Gran Bretaña (se conoce como el “Blitz”: bombardeo sostenido de la aviación nazi sobre las ciudades británicas, que tuvo lugar entre el 7 de septiembre de 1940 y el 16 de mayo de 1941, y cuyo objetivo fue la población civil) el gobierno británico decidió que sería más seguro para los niños que se trasladaran al campo a vivir con parientes, amigos u otras familias seleccionadas.
Un total de 3 millones de niños fueron evacuados de las grandes ciudades.
Los niños en edad escolar fueron separados de sus padres, etiquetados como piezas de equipaje y, acompañados por un pequeño ejército de guardianes (cerca de 100.000 profesores), viajaron juntos en trenes.
No sabían donde iban, ni si se separarían de sus hermanos y hermanas. Esos niños que fueron evacuados recibieron un sello postal para enviar una carta a sus padres desde su nueva dirección.
Después de la evacuación de los niños, muchas madres, apenadas, buscaron y quisieron hacer volver a casa a sus hijos.
Sin embargo, el gobierno lanzó una campaña, dirigida a esas madres, para que los niños permaneciesen en sus lugares de refugio, mucho más seguros que las grandes ciudades.
Los niños que se quedaron en las ciudades recibieron cartillas de racionamiento, trataron de seguir con sus clases incluso en los refugios antiaéreos durante los bombardeos (como el metro de Londres), a la vez que recibían lecciones de máscaras de gas para el caso de ataques con gas venenoso y corrosivo.
(Señalar como curiosidad que a los niños más pequeños les dieron unas máscaras de gas de color azul y rojo. Los niños las llamaron “Mickey Mouse” porque, con ellas puestas, decían que se veían como el personaje de dibujos animados).
A pesar de estos esfuerzos, se estima que los niños representaron una de cada diez de las muertes durante el “Blitz” de Londres de 1940 a 1941.
A finales de 1941 (después del “Blitz”) los centros de las ciudades, sobre todo Londres, se convirtieron en más seguras.
La vida de los niños que se habían quedado recuperó una cierta normalidad.
El racionamiento garantizaba comida para todos y, aunque la vida nunca puede ser normal en una situación de guerra, el temor de ataques de gas y a los bombardeos de la Luftwaffe era un recuerdo. Muchos cines, antes cerrados, ahora estaban abiertos.
Pero la aparente normalidad fue destruida en 1944 cuando la primera de las “bombas voladoras” nazis, las V1, hicieron blanco una vez más en Londres. Luego llegaron las V2, y los niños volvieron a ser sus víctimas en un número similar al de los ataques durante el “Blitz”.
Los ataques de las V1 y V2 terminaron cuando el ejército Aliado avanzó a través de Europa occidental después del éxito del desembarco del Día D.
Este breve artículo, surgido a raíz de la fotografía que lo encabeza, se ha centrado exclusivamente en la II Guerra Mundial y, en concreto, en los niños de Gran Bretaña durante la Batalla de Inglaterra y el “Blitz”. Evidentemente, mucho más se podría hablar de los niños que vivieron bajo la ocupación: niños en Polonia, los Países Bajos, Bélgica, Francia, etc … que experimentaron el terror producido por las tropas de ocupación; de los crímenes cometidos durante el Holocausto… de las bombas en Hiroshima y Nagasaki…. Locuras en las que murieron miles y miles de niños, y otros tantos fueron desarraigados de sus familias.