Lunes. Comienza la semana y como siempre, me gusta hacerlo con Música y con el Video Destacado, que dejo cada siete días en el margen izquierdo de la Aldea Irreductible.
Para hoy… Música Clásica… Opera.
Ya… ya… tranquilidad… Seguramente la mayoría piensa que la música clásica es «aburrida»…
Bueno… y la ópera… tres cuartos de lo mismo.
La primera ópera es importantísima para que la odies o la ames… Al menos eso le decían a Julia Roberts en Pretty Woman, y estoy totalmente de acuerdo…
Por eso es vital, elegir bien qué opera vamos a ver, si nunca hemos ido a ninguna… Yo suelo recomendar que se empiece con Verdi o Puccini y por supuesto, nada de Wagner para un début operístico… No hay nada más terrorífico para un neófito, que asistir incólume a casi 4 horas de walkirias con cóletas rubias profiriendo extraños alaridos de mitología germana…
Suelo pulular bastante por el magnífico blog operístico de GTL, y no hace mucho, descubrí a Philippe Jaroussky y me quedé impresionado… todo un fenómeno que está arrasando en este complicado mundillo…
Una voz increible, díficil de catalogar (sopranista… mezzo soprano…contratenor), lo cierto es que es una pasada…
En el Barroco las mejores voces no eran las de las soprano… Eran los castrati, se decía que era música celestial… Seguro que muchos recuerdan a Carlo Broschi, más conocido como Farinelli… (Desde aqui recomiendo también la película)
Eran las voces más codiciadas de la época y se convertían en verdaderas «rock-stars» del tiempo…
Sin embargo, no debía estar muy conforme con esto la Iglesia Alemana, cuando prohibió las actuaciones de estos prodigios en su territorio. Surgieron en su lugar, y como contraprestación a esta prohibición, los contratenores.
En este video, el gran contratenor Philip Jaroussky interpreta dos arias (de Gluck y Porpora, respectivamente) en un adelanto de su nuevo disco «Carestini, La historia de un Castrato», en homenaje al máximo rival de Farinelli.
300 años después de Carestini, Jaroussky retoma aquel canto de ángeles, que espero guste a quien no lo conozca…
«Quien no ha oido nunca a Carestini no conoce la absoluta perfección del canto»