DE SU PROPIA MEDICINA

Por Irreductible, el 13 noviembre, 2007. Categoría(s): cosas de la Aldea • miscelanea


Los que trabajamos de noche, demasiado a menudo y a nuestro pesar, tenemos que lidiar con vecinos que no comprenden la importancia del sueño (sobre todo el ajeno).
Tengo un vecino que tiene 3 perros en una terraza de 6 metros cuadrados… y no se vayan a pensar que son caniches… no… son 2 perros alemanes y huskie siberiano (que por otro lado, me pregunto si a este tio le gustan los animales y los perros, ¿Cómo cojones tiene un huskie siberiano en Tenerife sino pa hacerlo sufrir?… Juer, estos perros duermen enterrados en nieve, hay que ver al pobre chucho en Agosto diciendo: si ven una cosa larga y roja por el suelo, no la pisen que es mi lengua…).

Tengo otro vecino al que le encanta la música… y le gusta tanto, que la comparte… la comparte con los demás vecinos. Entre sus gustos musicales se encuentran el Arrebato, el Bésame que quiero sentir tus labios, y otras del estilo… la conocí bailando… bailando…
Además este simpático vecino, interpreta todas estas maravillosas creaciones musicales ya de por sí grandes… pero con su toque, aún quedan mejor…
Pone la música tan alta, que ha elevado el concepto de compartir la música que yo tenía hasta el momento e incluso estoy temiendo que en cualquier momento la SGAE entre a saco y lo denuncie.

Después de muchas voces por mi parte diciendo: ¡Esaaaaa músicaaaa! ¡Que trabajo de nocheeeee y estoy durmiendo!!!… Hoy me he cansado y como no creo que comentándole los últimos estudios sobre los perjudiciales efectos del transtorno del sueño en la salud, pueda convencerle… he decidido (y hecho) lo siguiente:

He entrado en http://last.fm … he buscado RAMMSTEIN y he colocado todo el equipo de altavoces del home cinema dirigido a la ventana… Acto seguido, he puesto el last.fm y su opción de radio y musicos relacionados y le he dado cariñosamente al Play…

Una vez que la música ha comenzado a sonar… he puesto el volumen al 90% con las canciones de Rammstein y sus amigos en bucle, y me he ido a tomarme un café al bar de abajo…

A los 45 minutos he vuelto… he apagado la música y desde el tercero se ha oido una aliviada expresión: «Menos mal…»



Por Irreductible, publicado el 13 noviembre, 2007
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