
En 1974 la Universidad de Cambridge inició un proyecto titánico. La idea surgió a petición de un académico retirado, Frederick Burkhardt, que con la ayuda de su esposa Anne y el zoólogo Sydney Smith, planteó al centro una tarea ardua y casi imposible: Recopilar, ordenar y publicar toda la correspondencia de Charles Darwin.
Hoy, en el blog de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, comienzo una nueva serie de artículos en los que intentaré descubrir facetas desconocidas y sorprendentes de la vida de Charles Darwin a través de su extensa correspondencia. Las más de 20.000 cartas escritas a lo largo de su vida ofrecen una infinidad de detalles, anécdotas y situaciones que nos acercan al personaje y a su obra.