La historia es la siguiente: después de terminar una actuación en Australia, uno de los asistentes al concierto llamado «Sam», se acercó al conocido cómico y escéptico Tim Minchin y le contó como dios había curado a su madre de cataratas. Minchin conmovido y arrepentido le compuso esta canción.
Una pena que al video le hayan puesto unos subtítulos (en inglés) tan mareantes, pero aun así, siempre es un gustazo escuchar al gran Tim Minchin, en esta ocasión compungido y volviendo al camino correcto.