Situémonos a principios del siglo XX.
Una entonces increíble velocidad de dos millas POR MINUTO (alrededor de 193 Km/hora) era algo solo concebible para futuristas aeronaves que surcarían el espacio.
Con la clara influencia de las novelas de Julio Verne, “De la Tierra a la Luna” (1865) y “Alrededor de la Luna” (1870), navegar por la inmensidad del espacio se había convertido en el sueño romántico y aventurero de aquella generación.
Esta curiosa ilustración de 1918 muestra “el increíble tiempo necesario para cubrir las inmensas distancias del espacio” en futuras naves espaciales.
“Una carrera por el Sol, la Luna y los planetas a la terrorífica velocidad de dos millas por minuto”
Así, por ejemplo, según la ilustración, para llegar al Sol se estiman 88 años y medio:
“Empezar ahora y no llegar hasta después del año 2000”
A la Luna 83 días.
A Neptuno 2571 años: “Si hubiéramos empezado seiscientos años antes de Cristo, debemos estar cerca de Neptuno”
A las estrellas: “Millones y millones de años”
A Marte 46 años y medio: “Un hombre envejecería en el camino”
Fuente: The Official Newsletter of the Washington Science Fiction Association, octubre 2004.
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Artículo realizado por Guillermo