Marottichal es un pequeño pueblo situado en el distrito de Kerala al sur de la India célebre por dos cosas: Sus bellos paisajes, repletos de cascadas que hacen las delicias de los senderistas, y su particular fiebre del ajedrez.
La sorprendente conexión de Marottichal con el ajedrez nos trae una historia curiosa que se remonta a mediados de la década de 1960 en la que, lejos del actual turismo, los habitantes del pueblo se dedicaban mayoritariamente a la fabricación y el comercio de alcohol. Esta forma de vida pronto se convirtió en adicción y muchos hombres del pueblo terminaron siendo verdaderos alcohólicos.
La afición a la bebida en la zona se convirtió en un verdadero problema social y las autoridades locales decidieron prohibir el alcohol sacándose de la manga una especie de “ley seca hindú” que incluía redadas a media noche para requisar alcohol. Algunos habitantes del pueblo se ofrecieron voluntarios para ayudar con las batidas nocturnas en busca del licor y es aquí donde encontramos la semilla que cambió el alcoholismo por ajedrez. Durante aquellas noches de redadas la espera antes de entrar en acción podía durar horas y los habitantes de Marottichal comenzaron a pasar el tiempo jugando al ajedrez.
Hoy es imposible pasear por el pueblo sin encontrarse docenas de personas, sentados en el suelo de cualquier acera, moviendo las piezas frente al tablero blanco y negro.
Ya se la conoce como la “aldea del ajedrez” y en la actualidad es el único lugar del planeta con un 100% de alfabetización ajedrecística (si es que se puede usar ese término). Todos, desde niños hasta ancianos, saben jugar y el propio maestro Viswanathan Anand, cinco veces campeón del Mundo, ha pasado varias veces por el pueblo a jugar contra algunos de sus habitantes y reconoce que tienen muy buen nivel.
De hecho, incluso la gran factoría de “Bollywood” estrenó una película, titulada “August Club” basada en la pasión de Marottichal por el ajedrez.
La historia seguro que os recuerda a la “Fiebre del ajedrez” que se vivió en Rusia en 1925 con el campeonato mundial de ajedrez y el corto de cine mudo en el que aparecían haciendo cameos algunos de los más grandes maestros como José Capablanca o Richard Reti.