“La certeza filosófica de mundos no existe todavía porque no se ha establecido esta verdad por el examen de los hechos astronómicos que la demuestren; y se ha visto, hasta en estos últimos tiempos, escritores de nombradía encogerse de hombros impunemente al oír hablar de las tierras del cielo, sin que se haya podido replicarles con hechos, y clavarlos al pie de sus ineptos raciocinios” Camille Flammarion (La pluralidad de mundos habitados, 1862)
De esta manera se lamentaba el astrónomo Camille Flammarion de la nula certeza científica que en su época se tenía de la existencia de otros planetas en el Universo. El sabio francés, prolífico autor de obras que hoy bien podríamos considerar pura divulgación, fue un convencido defensor no solo de la posibilidad de otros cuerpos planetarios en el cosmos sino de la inteligencia y hasta de una amplia diversidad de civilizaciones que en ellos habitaban.
Hoy en día el catálogo de exoplanetas supera los cinco mil candidatos, de los que aproximadamente dos mil ya están confirmados, y sin embargo a muchos nos sigue resultando sorprendente que la duda de Flammarion persistiese durante más de un siglo.
Así comienza mi artículo publicado hoy en el Cuaderno de Cultura Científica de la UPV/EHU, titulado «La aburrida pluralidad de mundos habitados«. Si quieres puedes leer el artículo completo en este enlace.