En 1969 el zoólogo Robert T. Paine acuñó la célebre expresión “especies clave” después de realizar unos experimentos de exclusión intermareal. Por aquel entonces Paine demostró que si eliminaba de la orilla del mar un elemento, a primera vista poco importante como son un puñado de equinodermos, es decir estrellas de mar, otras poblaciones relacionadas con ellas se extendían de manera incontrolada y muchas otras desaparecían totalmente.
La cadena de acontecimientos se desarrolló de la siguiente manera: Paine retiró las estrellas ocres de mar (Pisaster ochraceus) que se alimentan mayoritariamente de mejillones. Sin la presencia de sus depredadores naturales, los mejillones se multiplicaron de manera excesiva llegando a superar en la competencia trófica a las esponjas. Una vez eliminadas las esponjas, los siguientes en caer eran los nudibranquios y las anémonas, mientras que los mejillones seguían y seguían extendiéndose.
Así comienza mi artículo “Crecimiento inquietante de hongos amenaza los ecosistemas acuáticos de la Antártida” en Yahoo España. Puedes leer el artículo completo en este enlace”