Perillos de Atenas (o cómo si has inventado un aparato de tortura, mejor no lo pruebes contigo)

Por Guillermo, el 10 septiembre, 2013. Categoría(s): curiosidades de la historia • guillermo

perillos

Esta es la breve historia de Perillos de Atenas, un inventor griego del Siglo VI a.C al que se le ocurrió una nueva y tórrida forma de torturar y ejecutar al pueblo, para disuadirles de cometer delitos.

Perillos diseñó y construyó un dispositivo llamado “el toro de bronce”. Se trataba de un enorme toro de bronce hueco, con una puerta en el lateral, y en cuyo interior se colocaría a la víctima.

Posteriormente se encendía fuego debajo del toro, el metal se calentaba y el desdichado se asaba vivo. Lentamente. Churruscado. Torreznado. Hasta morir.


Ingenioso, ¿no?

Pero claro, con la víctima dentro del toro, los espectadores no se percatarían del sufrimiento real del condenado, por lo que perdería gran parte de su finalidad “disuasoria”.

Esto no suponía un problema para Perillos, que era un tipo perspicaz, así que perfeccionó el invento, no solo para que fuera más efectivo en desanimo de los delincuentes, sino también para hacer visualmente más “atractiva” y «divertida” la ejecución.

Para ello dejó abierta la boca del gran toro, permitiendo así que salieran por ella los vapores, humos y olores de la carne asada en su interior.

Como remate final de la fiesta, el cuello del toro modularía los gritos agónicos de los moribundos. Gritos que saldrían de su boca imitando el sonido del bramido de un enorme toro.

El espectáculo incluiría la asistencia de un médico al evento, con la finalidad de ir explicando a las ignorantes masas que lo contemplaban que el simpático torete no era tal, sino un diabólico artefacto que chamuscaba vivas a sus víctimas.

Perillos estaba muy contento con su creación (-la gente disfrutará de este “entretenimiento” en las fiestas – sin duda pensó), y se plantó con el artilugio en la Corte de uno de los mayores tiranos de aquella época: Phalaris, déspota de Acragas entre los años 570 y 554 a.C.

Phalaris era conocido por su excesiva crueldad. Algunas fuentes incluso indican que su merienda favorita eran los recién nacidos.

Pues así se juntaron el hambre con las ganas de comer, y el desdichado Perillos ofreció su toro-barbacoa a Phalaris.

A Phalaris le gustó la idea: quemar gente viva sin dudasería algo muy emocionante. Pero aún más emocionante sería eso de escuchar sus gritos de agonía, convertidos en bramidos, a través de la boca humeante del astado: ¿sería verdad lo que le estaba contando este ocurrente desconocido? – pensó Phalaris.

Fue entonces cuando el infeliz Perillos, ansioso de demostrar la efectividad de su invento, saltó dentro del toro y comenzó a gritar para demostrar a Phalaris que esos gritos desde su interior salen al exterior con un sonido parecido a un bramido.

Pero claro, Phalaris, muy sutil, pensó que esos gritos “en frío” a lo mejor no sonaban igual que cuando te están achicharrando, así que… ¡ZAS!, Phalaris cerró la puerta y ordenó prender el fuego debajo del toro.

Phalaris comprobó con complacencia, y en las propias carnes del desdichado Perillos, el sonido de aquellos gritos a través de la boca del toro.

La Historia no es clara acerca de si Perillos murió carbonizado en el toro. Existen otras versiones que indican que fue sacado antes de morir… pero para ser arrojado por un precipicio por los hombres de Phalaris, en lugar de recibir la recompensa que esperaba por su invención.

En cualquiera de los casos, Perillos de Atenas acabó chamuscado por aquel toro al que había dedicado tanto trabajo y, sobre todo, imaginación.

Más información: El poeta lírico griego Píndaro, que vivió menos de un siglo después, vinculó expresamente este instrumento de tortura con Phalaris, subrayando así el origen histórico del dispositivo, y por lo tanto de Perillos de Atenas. Existen crónicas de un toro de bronce en Agrigento (la antigua Acragas del tirano Phalaris), que fue llevado por los cartagineses a Cartago, donde fue recapturado por Escipión el Viejo.

Fuentes:En los enlaces del texto y en Medievality.com, Perillos.com, Bloodsprayer.com