La Alhambra de Inglaterra (1851 – 1936)

Por Irreductible, el 18 julio, 2011. Categoría(s): arte • construcciones • curiosidades de la historia • historia

El Partal, Alhambra, Granada

El Partal, Alhambra, Granada

Victor Hugo la llamaba «el palacio de los sueños», Claude Debussy le compuso bellos preludios con sólo contemplar las postales coloreadas que Manuel de Falla le enviaba por carta, Washington Irving imaginó leyendas moras ocultas bajo sus mocárabes…

La Alhambra ha despertado la fascinación de los más variopintos artistas. Músicos, viajeros, escritores y pintores se han sentido atraídos por los siglos de historia, arte y belleza detrás de los impresionantes muros del castillo en la Sabika.

Tras el total abandono del siglo XVIII dónde sirvió de cobijo a asaltadores y bandoleros que usaron sus estancias incluso como cuadras, tras la invasión francesa que casi la reduce a escombros, a pesar del olvido de muchas décadas la Alhambra aguantó el tirón, se mantuvo en pie hasta que el ideal romántico decimonónico volvió a revivir las cenizas de su fama por todo el mundo.

Como en los antiguos tiempos nazaríes, el asombro y la luz regresó a los rostros de los viajeros que la contemplaron. Volvieron los curiosos paseantes, tornaron los aventureros que imaginaban historias truculentas entre sus patios, historias morunas de amores y venganzas, traiciones y secretos, poetas y emires, bailarinas y sultanes.

Sala de los Abencerrajes, Alhambra, Granada

Cúpula de mocárabes en la Sala de los Abencerrajes, Alhambra, Granada

La fascinación romántica del XIX salvó a la Alhambra de caer piedra a piedra, devolvió al monumento su importancia mundial, y sin embargo, aquellos viajeros y poetas decimonónicos no levantaron una alhambra real. En la mayoría de las ocasiones se la inventaron. Reconstruyeron la Alhambra como ellos la soñaban no como realmente fue.

Reconstruyeron la Alhambra, sí… pero levantaron pintorescas cúpulas que nada tenían que ver con la realidad histórica, abrieron ventanas y arcos en lugares equivocados, movieron y remodelaron el palacio a su antojo. Retocaron todo aquello que no cuadraba con su ideal romántico y sus ensoñaciones míticas e inventaron una Alhambra poco consistente históricamente.

Es a gente como Leopoldo Torres Balbás y otros arquitectos posteriores a quien debemos la reconstrucción histórica. La verdadera, la fetén. Una reconstrucción basada no en bellas imaginaciones sino en datos e investigaciones históricas. Un trabajo científico, arqueológico, que llevó a la Alhambra a recuperar su entidad histórica, alejada de los belleos pero descuadrados ideales del romanticismo.

La ciudad de Granada debe mucho a Leopoldo Torres Balbás y os aseguro que pocos conocen siquiera su nombre, su trabajo o su arduo empeño en devolver la verdad histórica al monumento.

Patio de los Leones, Alhambra, Granada

Columnas del Patio de los Leones, Alhambra, Granada

Y aún siendo de vital importancia la labor del arquitecto madrileño en el complejo nazarí, es importante recordar que no estuvo solo y sobre todo, que tuvo predecesores aún más desconocidos que él. Es el caso del arquitecto inglés Owen Jones, una mente que fue capaz de ir más allá de su época, dejar a un lado los ideales románticos del siglo XIX y dedicarse por completo al arduo trabajo de comprender la Alhambra desde un punto de vista objetivo, histórico y arquitectónico.

Alhambra, Granada

Owen Jones realizó su primer viaje a Granada en 1834 movido por un interés arquitectónico algo alejado de la exaltación romántica de ensueño y magia con la que llegaban la mayoría de los escritores y poetas de aquellos años. El inglés se centró durante seis meses en la búsqueda de la correcta, histórica y científica relación entre arquitectura y decoración.

A su vuelta a Londres publicó sus investigaciones en trabajos tan interesantes como Designs for Mosaics and Tesellated Pavements dónde también destaca por sus dotes como ilustrador, o como el ya imprescindible Plans, Elevations, Sections and Details of the Alhambra, para el que tuvo que volver a viajar a Granada en 1837. Un libro fundamental en el desarrollo posterior del monumento y de las restauraciones que se han realizado hasta el momento. En él, Owen da los primeros pasos para mirar de otra manera la Alhambra, una visión artística pero científica y rigurosa.

Y entonces llegó el gran acontecimiento: La primera de las Exposiciones Universales se celebraría en Londres en 1851… La Gran Exposición, así, con mayúsculas. Aquel logro de la recien conquistada modernidad que vió alzarse en Hyde Park uno de los hitos de la arquitectura: El Crystal Palace de Joseph Paxton.

En ella, Owen Jones tuvo un papel fundamental como director de decoración y responsable de los salones representativos de los estilos arquitectónicos de todo el mundo.

El 11 de octubre de 1851 The Great Exhibition fue clausurada después de haber sido visitada por más de 6 millones de personas, un éxito sin precedentes que dejó con ganas de más a todos. Una gran parte de la opinión británica reclamaba la continuidad de aquellas maravillas traídas de todos los rincones del mundo…

Fue entonces cuando surgió la idea. El Crystal Palace fue desmantelado aunque la mayor parte de sus elementos servirían como base de una segunda Exposición. Una continuación en Sydenham, dónde un nuevo Crystal Palace serviría de exhibición permanente.

No obstante, este segundo Crystal Palace en Sydenham, no iba a ser una copia exacta del anterior. Sus dimensiones eran notablemente mayores (casi el doble que el original de Hyde Park) y además, diferente ya que lo allí expuesto debía ser distinto para adaptarse a su nueva finalidad pedagógica.

Se inauguró en 1854 y Owen Jones volvió a hacerse cargo de la parte arquitectónica y decorativa aunque en esta ocasión quiso dar un salto de gigante: Diseñar, construir, ornamentar y equipar (sin utilizar elementos originales) los estilos arquitectónicos más importantes de la Historia, representados en una serie de «Fine Arts Courts»… por supuesto, la Alhambra sería uno de sus proyectos más ambiciosos.

Estancia de entrada al Patio de los Leones en el Crystal Palace de Sydenham

Owen se propone el nada despreciable trabajo de reconstruir la Alhambra en Londres y además se impone, como ya es habitual en él, la obligación de hacerlo apartando de su reconstrucción la ensoñaciones de la fantasía romántica y centrándose en el estudio minucioso y científico del original… todo un reto.

Vista exterior al Patio de los Leones, Crystal Palace de Sydenham

Evidentemente la tarea de Owen Jones se tropieza con algunos problemas irresolubles. Por muy grande que sea el Crystal Palace comparado con su sucesor, es imposible que una verdadera reconstrucción de la Alhambra quepa en él. Así pues, el primer escalón es el tamaño. ¿Cómo realizar una réplica del monumento árabe en un recinto con unas dimensiones tan reducidas?.

La solución de Owen es brillante: No quiere reducir las dimensiones y pretende mantener rigurosamente el tamaño de los patios de la Alhambra, por lo tanto, opta por eliminar algunos tramos de columnas manteniendo así la escala real de todos los elementos, mientras que por otro lado realizará un compendio de todos los ornamentos existentes en la monumental fachada de entrada, a modo de introducción al recinto.

El arquitecto lo tiene claro, su intención es reproducir a toda costa los elementos arquitectónicos y decorativos en su tamaño original, aunque esto conlleve la exigencia de suprimir algunos de ellos.

Mención especial merece la réplica de la fuente de los leones que corrió a cargo de Raffaele Monti y cuyas figuras conservan la esencia de las originales del patio granadino.

Fachada de entrada al Patio de los Leones, Alhambra Court en Sydenham

El Alhambra Court en Sydenham estaba compuesto básicamente por dos espaciosos recintos rectangulares en los que se recreaban el Patio de los Leones, la Sala de la Justicia y la Sala de los Abencerrajes, todas ellas profusamente ornamentadas y pintadas siguiendo las investigaciones que Owen Jones ya realizara en su Plans, Elevations, Sections and Details of the Alhambra.

Millones de personas volvieron a visitar este segundo Crystal Palace convirtiendo esta continuación de la Exposición en todo un éxito. El «Patio Alhambra» de Jones fue una de las sensaciones de aquel tiempo y continuó en pie más de 80 años.

Incencio del Crystal Palace de Sydenham (1936)

En 1936 un incendio redujo a escombros el Crystal Palace de Sydenham y con él, el maravilloso Alhambra Court de Owen Jones, quien por suerte no vio su triste final puesto que falleció en 1874.

Incendio del Alhambra Court, Sydenham (1936)

Como muchas otras construcciones y magníficos proyectos que han pasado por la Aldea Irreductible, La Alhambra de Owen Jones terminó reducida a cenizas. Una verdadera lástima puesto que durante más de ocho décadas sirvió como excelente muestra de las bellezas de la original y alentó la curiosidad de muchos ingleses para viajar hasta Granada y visitar la verdadera Alhambra en Andalucía.

Referencias, fuentes y más información:

Últimamente mis visitas a Granada me descubren historias sorprendentes que compartir con vosotros. En este caso y visitando librerías en las callejuelas junto a la Plaza de la Trinidad me topé con una de esas tiendas de compra y venta de libros dónde encontré el original escrito por Owen Jones y titulado «El Patio Alhambra en el Crystal Palace» que además incluía dos interesantes estudios introductorios a cargo de los arquitectos Juan Calatrava y José Tito. Una lectura más que recomendable que añadir a las ya imprescindibles de investigación sobre la Alhambra escritas por Leopoldo Torres Balbás.



Por Irreductible, publicado el 18 julio, 2011
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