A veces la suerte nos descubre un rincón de ciencia dónde menos lo esperamos. Un lugar que parece hecho especialmente para cada uno de nosotros, como le ocurrió a Carlos Lobato, el autor del blog La ciencia de la vida que, cuando hace unas semanas, visitaba el famoso drago de Icod de los vinos en Tenerife se encontró con algo irresistible para cualquier biólogo… un mariposarium.
Drago milenario en Icod de los vinos | Crédito imagen Carlos Lobato
Me cuenta Carlos que casi lo tuvieron que sacar a rastras de allí después de pasar varias horas disfrutando de la gran colección de mariposas, orugas, pupas, crisálidas… Además, muchas de ellas están sueltas y vuelan a tu alrededor, se te posan en el hombro… En fin, toda una sorpresa con la que no contaba y que le alegró la mañana. (Imagen inferior: Samia cynthia)
Mariposarium en Icod de los vinos | Crédito imagen Carlos Lobato
Este post participa en la iniciativa: «Momentos de ciencia en vacaciones«.
Aquí puedes ver en qué consiste esta idea por si te animas a participar.