Lo leemos constantemente en cada anuncio de medicamentos que aparece en Televisión… Ya sabéis a qué me refiero: El repetido mensaje con pantalla azul y «este anuncio es de un medicamento… lea las instrucciones de uso y consulte con su médico o farmacéutico».
Consulte con su farmacéutico… vaya, vaya… Es una de las prácticas más importantes en la labor de una farmacia: aconsejar a los pacientes en lo referente a tratamientos y medicación.
Pues bien, hoy me encuentro con una amiga y al fijarme en su muñeca me encuentro con esto…
La pulserita… Ya estamos…
– Pero bueno, ¿tú no sabes que la pulserita esa es el timo de la estampita?
– Joder Javi, la farmacéutica la llevaba y me la ha aconsejado… Dice que le va muy bien y que a ella le funciona…
– ¿Qué le funciona?… ¿Qué le funciona?… ¿Y cuánto te ha costado la pulserita?
– 26 Euros…
¡Coño! -pienso para mí- pues es cierto que le funciona…
Vaya si le funciona…
Y vuelvo al título de esta entrada… ¿En qué se han convertido las farmacias?
Parece ser que han vuelto a los antiguos tiempos de los vendedores ambulantes de pócimas crecepelos y vigorizantes mágicos… Una farmacéutica recomendando la pulserita… Una farmacéutica que, imagino, habrá estudiado algunos años en una Facultad una carrera universitaria.
Pues nada… entras en una farmacia y te quedas alucinado… actualmente, estos locales se han convertido en algo más parecido a un consultorio astrológico y magufo de vidente con velas que a un lugar donde la medicina seria debería imponerse… o al menos la lógica.
Pulseritas, homeopatías, lociones capilares y muchos, muchos productos de belleza… Un supermercado mitad salón de peluquería y mitad bruja Lola… Pues nada, dadle duro… A vender pulseritas y remedios homeopáticos…
Algun día nos darán un buen susto con estas terapias y morirá alguien que debería haber ido a un médico serio… Aunque por otro lado, por fin podremos optar a ganar algun Premio Darwin.
Total, a veces me pregunto si no sería mejor dejar de atacar todas estas magufadas y permitir que la evolución y su despiada selección natural haga el resto…