Anamorfosis y simbología del prodigioso cuadro de Holbein el joven (1533)

Por Irreductible, el 30 julio, 2009. Categoría(s): Austrias • curiosidades de la historia • pintura

Uno de los primeros Podcast que publiqué hace ahora justo un año, fue el dedicado a Enrique VIII y sus seis esposas. Durante las dos semanas que estuve editándolo y estudiándo la vida del Rey inglés, me aparecieron diversos retratos y cuadros con la imagen del monarca.

En uno de estos retratos vamos a comenzar la historia de hoy… Fue pintado por el protagonista de este artículo: Hans Holbein el Joven y lo podéis ver aquí a la izquierda o incluso algo mejor, si pasáis por Madrid podéis contemplarlo en el museo Museo Thyssen-Bornemisza.

No os cansaré con su biografía, ya que podéis echarle un vistazo al espacio que la Wikipedia le dedica. Simplemente apuntar que nació en Augsburgo, Alemania, dentro de una familia de pintores (su padre también lo era) y que pasó a la Historia por el realismo de sus representaciones y retratos… Cuadros llenos de detalles que hicieron de Holbein un pintor muy solicitado en su época.

Y llegamos al cuadro que hoy quiero compartir con vosotros… Un cuadro que podría servir de inspiración para una novela de misterio y que fue pintado por Holbein en 1533: Se titulaba Jean de Dinteville y Georges de Selve, aunque ha pasado a la historia con el sobrenombre de Los Embajadores.

Se conserva en la National Gallery de Londres y hoy vamos a intentar analizarlo al detalle… Para ello he editado una serie de fotografías en las que iremos descubriendo significados y símbolos ocultos, perspectivas adelantadas a su tiempo, objetos curiosos… Veréis que está lleno de sorpresas…

Los embajadores | Hans Holbein el Joven (1533)

Este es el cuadro y para realizar el Post he editado varias fotografías señalando con números algunos lugares de interés que iremos vistando, y creo que lo primero que deberíamos hacer es conocer a los personajes retratados y sobre todo el momento histórico en el que nos encontramos.

Porque es una época crucial en la Historia… En Francia, Francisco I, archienemigo de nuestro emperador Carlos V, busca reforzar sus posiciones contra el imperio español. Para ello, mira hacia el norte, a Inglaterra, donde nos encontramos con Enrique VIII inmerso en sus problemas de faldas con su esposa española, la «Católica» Catalina de Aragón.

Nos encontramos aquí un triángulo de poder muy interesante: Francia, Inglaterra y España… una triada que se convertiría en cuarteto con la entrada en escena de la Iglesia, mediante su poder más visible: Clemente VII.

Los habituales de la Aldea Irreductible ya han comprobado en numerosas ocasiones mi pasión por este periodo histórico, estos comienzos de la era moderna en la que se fraguó buena parte del mundo en el que vivimos actualmente.

En este siglo XVI, España disfrutaba momentos dorados convertida en Imperio al mando de Carlos V, mientras en el resto de Europa se vivían conflictos de intereses resueltos a base de batallas o matrimonios.

En el caso de Inglaterra, la situación era aún más complicada… Cuando el francés Francisco I requería la ayuda de Enrique VIII en su cruzada contra nuestro Carlos V, el Tudor se halló ante un mar de dudas… Por un lado, su esposa, hija de los Reyes Católicos y por tanto tía del emperador español… Por otro lado, Ana Bolena, de la que se había enamorado perdidamente…

En este convulso momento histórico de alianzas de Estados, de intereses enfrentados y pactos entremezclados, se enmarca nuestro cuadro de hoy… Los embajadores.

Los personajes

Dos personajes, dos enviados para un pacto…

A la izquierda, Jean de Dintelle, embajador de Francia en Inglaterra. A la derecha, Georges de Selve, Obispo de Lavaur que también desempeñaba funciones diplomáticas ante el imperio romano germánico y la Santa Sede.

El año… 1533, un año marcado por el matrimonio de Enrique VIII con Ana Bolena, un … uyyy momento peliagudo para Europa… el Tudor se distancia de España haciéndole un feo y rechazando a su esposa española, y los franceses ven en esto una ocasión para acercarse a Inglaterra.

El pintor… Hans Holbein el joven, inundó el cuadro de simbolismos, de significados ocultos, de objetos sorprendentes y de guiños que han quedado para la Historia, muchos de los cuales aún siguen desconcertando a los expertos.

Los Globos

En el cuadro encontramos numerosos objetos astronómicos que el pintor incluyó premeditadamente, incluyendo en ellos numerosos datos y significados.

El globo terraqueo está centrado en Europa y en él se distingue la linea de separación del Tratado de Tordesillas que dividió el nuevo mundo en 1494 entre España y Portugal, se puede seguir también la ruta que Magallanes realizó en su vuelta al mundo e incluso algunos trazos de la recién descubierta América.

El globo celeste. A pesar de que la reunión entre los embajadores tuvo lugar en Londres, es curioso que el cielo que señala no corresponde al cielo inglés… La pintura indica una latitud de unos 43º lo que indicaría el cielo visto desde lugares como España o como el Vaticano…

Instrumentos astronómicos

La estantería superior está repleta de instrumentos astronómicos, entre los que destacan, además del globo, los relojes solares y el torquetum… en ellos nos vamos a centrar ahora:

– Relojes solares: En especial el reloj poliédrico que señala mediante sombras una curiosa fecha que aproximadamente se puede intuir entre el 11 y el 14 de Abril de 1533… Sin embargo, está constatado que durante estos días, el pintor no se encontraba en Londres pintando el cuadro. Este hecho ha desconcertado durante bastante tiempo a historiadores y expertos que aún no se ponen de acuerdo… La tesis más seguida apunta a que puede tratarse del 11 de Abril, ya que en ese año se celebraba el Viernes Santo y podría unirse a la simbología de los libros y el crucifijo que también aparecen en la pintura.

Torquetum: El cuadro de Holbein nos muestra la única ilustración histórica que existe de este singular instrumento.
Las primeras noticias que tenemos de este mecanismo que convertía coordenadas, nos llegan de la mano de Ptolomeo, pero durante siglos no se supo nada más de él, hasta la edad media donde se realizaron algunos ejemplares… lamentablemente, ninguno de ellos se ha conservado.
Junto con la máquina de Antiquitera, el torquetum es uno de los misterios más interesantes que se conservan de la antigua Grecia, a pesar de que no ha llegado ninguno hasta nuestros días.

Os dejo un enlace interesantísimo (en inglés) donde podéis descubrir la historia del Torquetum, sus curiosidades e incluso podéis construir uno vostros mismos.

Los libros

Tanto en la estantería superior como en la inferior, nos encontramos con un total de tres libros:

Libro de Aritmética (7) – Se trata de un ejemplar del libro «Eyn newe unnd wohlgründte underweysung aller Kauffmanss Rechnung in dreyen büchern» escrito en 1527 por Peter Apian y dedicado a las prácticas comerciales de la incipiente burguesía comerciante, una clase social que en aquellos años comenzaba a estar en alza.

Libro ÆTATIS SVÆ 25 (10) – El libro es un misterio aún, ya que sólo podemos verlo parcialmente… Además, el libro aparece cerrado y con un cierre metálico que deja abiertas muchas incógnitas… La inscripción en sus hojas podría equivaler a la edad de Georges de Selves, que en aquellos días tenía 25 años.

Libro de Cantos Religiosos (6) – En concreto el «Geistlich Gesangbuhli» de Johannnes Walther, sin embargo y cómo podéis ver en el gráfico más abajo, el libro aparece abierto por dos páginas que en el verdadero libro no son consecutivas.

La página de la izquierda corresponde al primer versículo del himno Veni sancte Spiritus de Lutero y la de la derecha la introducción a la Versión abreviada de los Diez Mandamientos también de Lutero… La simbología asociada a este libro y en concreto a estas dos páginas, elegidas a propósito por el pintor, podría indicar el contraste entre la Ley y la Religión, ambas encarnadas también en los dos personajes del cuadro.

Instrumentos musicales

Junto al libro de Cantos al que me he referido en el párrafo anterior, nos encontramos con una serie de instrumentos musicales donde la perspectiva está realmente lograda.

Tanto el Laud con su cuerda rota, como las flautas guardadas en un estuche donde falta una de ellas, abren las puertas a múltiples teorías intentando explicar su significado. Alguna de ellas apunta a la pérdida de armonía y vacío que comenzaba a sufir la Iglesia de aquellos años, y colocadas por el pintor en el ángulo inferior del cuadro, junto a los pies del Obispo Georges de Selves, representante del poder eclesiástico en esta obra.

La Calavera en Anamorfosis

Pero si algo destaca realmente en el cuadro de Hans Holbein es sin duda la calavera en la parte central de la escena… Una calavera extraña, deformada…

Muy unido al elemento de perspectiva que comentaba antes, esta calavera ha sido uno de los motivos principales para realizar este artículo.

Se encuadra dentro de la técnica de la Anamorfosis y es un prodigio de la técnica pictórica y la perspectiva ya en aquellos años de incipiente Renacimiento.

La Anamorfosis consiste en la representación de figuras o elementos distorsionados, los cuales sólo pueden ser contemplados correctamente desde una determinada perspectiva. (Aquí un ejemplo representativo)

El uso de calaveras como representación de la muerte del hombre, de la fugacidad de la vida humana o el rápido paso del tiempo, fue muy utilizado por los artistas del renacimiento. Surgió así, una representación pictórica conocida como Vanitas y que encierra todo este simbolismo en pinturas, esculturas y todo tipo de manifestaciones artísticas.

En el cuadro de Holbein, esta Vanitas ocupa la parte principal del cuadro, deformándolo todo y confundiendo al observador mediante la inclusión de esta fuerte perspectiva de anamorfosis.

Calavera en Anamorfosis | ¿Cómo verla correctamente?

Con una simple cuchara o algún objeto curvo que refleje la imagen podremos ver la calavera en sus dimensiones correctas. Una técnica pictórica realmente impresionante y más, si tenemos en cuenta la fecha en la que se realizó.

El cuadro de «Los embajadores» aún oculta numeros objetos y elementos simbólicos que darían para una buena trama en una novela histórica… Si alguien ha leido «La Tabla de Flandes», en estos momentos ya podría estar imaginando un buen argumento para este cuadro renacentista… mmmm… «Los embajadores», yo aquí dejo mi sugerencia para el caso de que algún buen escritor se atreva a recogerla y convertirla en una buena novela…

Más información:
He dejado numerosos enlaces en el texto del artículo para quien quiera ampliar la información sobre este cuadro de Hans Holbein. Pero sobre todo os recomiendo esta web en inglés, donde podéis encontrar más fotografías y sus correspondientes explicaciones a cada símbolo dibujado en el cuadro. En ella os encontraréis con el cuadro y dentro de la fotografía podéis pinchar para acceder a numerosa información.

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