Los científicos alemanes desarrollaron durante la Segunda Guerra Mundial una serie de artefactos para ser usados en misiones especiales por sus agentes de sabotaje o, en otros casos, para desmoralizar a la población civil.

Uno de estos dispositivos era la tableta de chocolate explosiva, que podía ser utilizada bien como granada de mano o para un lanzamiento aéreo masivo sobre zonas no ocupadas, como podría ser Gran Bretaña.

La tableta estaba hecha de acero recubierto con una capa de chocolate real, lo que le daba un aspecto totalmente normal. Cuando la pieza de chocolate se rompía, una tira de tela se arrancaba y, después de siete segundos, la bomba explotaba.

Existen otros curiosos ejemplos de dispositivos creados por los nazis con explosivos dentro de ellos: latas de aceite de motor, latas de ciruelas, trozos de carbón, cremas de afeitar y hasta en pastillas para la tos.

Fuente | Archivos del MI5 (servicio de inteligencia británico)

Música del Post | Mark Knopfler