¿Conocían el petróleo en la antigüedad? La experiencia pirómana de Alejandro Magno

Por Guillermo, el 20 julio, 2008. Categoría(s): curiosidades de la historia • guillermo • historia antigua

Indudablemente sí. Como producto natural que es, era conocido desde hace 6.000 años en Asiria y en Babilonia.
Se usaba para pegar ladrillos y piedras, y en el calafateo de embarcaciones (en la construcción naval se denomina calafatear a la acción de introducir entre dos tablas del casco de madera una combinación de estopa embebida en brea a fin de evitar la entrada de agua).

En Egipto también servía para engrasar pieles; y las tribus precolombinas de México pintaron esculturas con él.
Algunos lo llamaban nafta, y sabían que “se encendía al contacto con una llama o sólo a la vista del esplendor de la misma”, y uno de sus usos más frecuentes era el medicinal y terapéutico.

Plutarco (siglo I), en su “Vida de Alejandro” (Magno), perteneciente a la colección de biografías “Vidas Paralelas” explica que un tal Atenófanes, de origen Ateniense, usaba nafta para los masajes del rey Alejandro, le preparaba el baño y también le procuraba “desahogo y diversión”.

Cuenta Plutarco que un día, mientras Alejandro se bañaba, Atenófanes vio “un mozuelo del todo despreciable y ridículo por su figura, pero que cantaba con gracia, llamado Estéfano” y no se le ocurrió nada mejor que decirle al rey:
“¿Queréis- le dijo- ¡oh, rey! que hagamos en Estéfano experiencia de este betún? porque si con tocarle no se apaga, es preciso confesar que su virtud es insuperable y terrible”.

El mocillo, un poco tonto, accedió a esta estúpida proposición, así que le untaron de nafta, le prendieron fuego y…. Dejemos que sea el propio Plutarco quien nos cuente lo que sucedió a continuación:

“…levantó su cuerpo tal llamarada, y se encendió todo de tal manera, que Alejandro se vio en el mayor conflicto y concibió temor, y a no ser que por fortuna se tuvieron a mano muchas vasijas de agua para el baño, un auxilio más tardío no hubiera alcanzado a que no se abrasase; aun así, se apagó con mucha dificultad el fuego, que ya se había extendido por todo el cuerpo, y de resultas quedó bien maltratado.”

La conclusión que adivinó Plutarco de tal experiencia es que “…ofrecía, pues, dificultad el concebir la formación de la nafta: si es sólo un betún líquido que se considere como depositado allí, o si es un humor encendido que mana de una tierra grasienta por sí y como si dijésemos pirógena.”

Durante la Edad Media continuó usándose únicamente con fines curativos.

En el siglo XVIII empiezan a perfeccionarse los métodos de refinado, obteniéndose productos derivados que se utilizarán principalmente para el engrasado de máquinas.
En el siglo XIX se logran obtener aceites fluidos que empezaran pronto a usarse para el alumbrado. El queroseno se obtuvo por primera vez en 1846, lo que incrementó la importancia del petróleo aplicado al alumbrado. En 1859 Edwin Drake perforó el primer pozo de petróleo en Pensilvania.

La aparición de los motores de combustión interna abrió nuevas e importantes perspectivas en la utilización del petróleo, sobre todo en uno de los productos derivados, la gasolina, que hasta entonces había sido desechada por completo al no encontrarle ninguna aplicación práctica.

Fuentes: Wikipedia, “Vidas Paralelas, Tomo V, Alejandro Magno” de Plutarco



Por Guillermo, publicado el 20 julio, 2008
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