HOY CAMBIO UNA ENTRADA CON… EL OJO DEL TUERTO

Por Irreductible, el 21 mayo, 2008. Categoría(s): blogosfera • cosas de la Aldea • historia antigua

BLOG: EL OJO DEL TUERTO
El amigo Hispa lleva con la Aldea Irreductible, hace ya tiempo. Comentarista asiduo y visitante habitual de este Blog… otro de los amigos de los comienzos de la Aldea con el que va a ser un gustazo intercambiar entradas…
Su Blog ha ido evolucionando … Lo que en principio era Burguillos-Educa se ha ido transformando y se ha ramificado con el tiempo en El Ojo del Tuerto, un estupendo Blog de Historia y Actualidad, al que todos los días le echo un «ojo» mediante mis Feeds… 🙂

Un blog muy currado que los visitantes de la Aldea no deben perderse, en especial, los amantes de la Historia… Su colección de «Enemigos de Roma» es una gozada para todo aquel que disfruta con los personajes irreductibles…

De esta misma Serie de entradas, hoy rescato a Mitridates un personaje tan interesante como desconocido y que llegó a mis oídos por primera vez, a traves de la música de Mozart…

Hoy en la Aldea Irreductible… Historia de la buena, cortesía de El Ojo del Tuerto

GRANDES ENEMIGOS DE ROMA – MITRIDATES VI
A principios del siglo I a.C. Roma dominaba ya la mayor parte de la Europa meridional, el norte de África y las tierras de Grecia. Sin duda, era una gran potencia, pero aún no era la potencia definitiva en la que llegaría a convertirse dos siglos más tarde.

Agobiada por una política feroz, el poderío de la República de Roma se basaba en la dominación y en la explotación de las provincias conquistadas por parte de funcionarios llamados “Publicani” que, como concesionarios del estado romano, gestionaban minas y explotaciones agrícolas, recaudaban impuestos y, en definitiva, exprimían los territorios conquistados para el provecho particular de los más ricos ciudadanos de Roma.

Como podría esperarse, esta situación de sumisión y explotación no era del agrado de los explotados, y siempre se ha dicho que no hay nadie más peligroso que aquel que nada tiene que perder. En una época de brutalidad, de ignorancia y de miseria, la rebelión estaba siempre a la vuelta de la esquina.

La frontera este del Imperio, en lo que actualmente es la Anatolia turca, estaba constituida por una suerte de pequeños reinos que servían como “colchón” entre Roma y su poderoso vecino oriental: el Reino del Ponto. A principios del siglo I a. C., el rey del ponto era Mitrídates VI, un personaje terrible y misterioso.

Se dice de Mitrídates que huyó de las disputas dinásticas de su reino, y que vivió como un salvaje durante años. Se dice también que dominaba más de veinte idiomas, y que era inmune a los venenos. Mitrídates ingería pequeñas dosis de muchos venenos distintos para acostumbrar a su cuerpo a tolerarlos e impedir de este modo morir envenenado, cosa que en una corte como la del Ponto, rodeada de intrigas, odios viscerales y ambiciones de poder, le resultó de lo más útil.

Pocos enemigos de Roma pueden jactarse de haberle hecho tres guerras al Imperio latino, y sin duda, Mitrídates lo hizo en el momento histórico en que esto era más difícil. Roma estaba en plena expansión, y por si fuera poco, hubo de enfrentarse con algunos de los personajes que más marcaron la historia del Imperio: Sila, Lúculo y Pompeyo. Por mucha ambición que moviera a Mitrídates, no era nada comparada con la que movía a estos prohombres de Roma, cada uno de los cuales buscaba conseguir el poder absoluto en Roma a través del éxito militar.

La Primera Guerra Mitridática comenzó en 90 a.C., cuando Mitrídates invadió el reino de Bitinia, tradicional aliado de Roma. Roma le exigió la retirada en condiciones leoninas, y Mitrídates respondió dándole un soberano sopapo a los bitinios y otro a los romanos. Invadió la provincia de Asia y asesinó a unos 80.000 romanos en lo que se conoce como las “Vísperas Asiáticas“. Ni qué decir tiene que la conmoción que sacudió a Roma por este brutal hecho fue tremenda. Para enfrentar a este peligroso enemigo, el mismísimo cónsul Lucio Cornelio Sila se puso al frente de un impresionante ejército que condujo directamente a Grecia.

Mitrídates sería todo lo temible que fuera, pero Sila era un genio militar y, además, un político despiadado. Sila estaba curtido en anteriores guerras, y él mismo se había encargado de capturar a otro formidable enemigo de Roma: Yugurta.
Grecia cayó en poder de Sila con relativa facilidad, aunque Atenas le costó un poco más. Para su desgracia, un motín en el cuerpo de ejército que comandaba Lucio Valerio Flaco le estropeó sus planes de aplastar a Mitrídates, y tuvo que pactar con el rey del Ponto para poder meter en cintura a los romanos amotinados. De este modo, con el rey póntico retirándose en orden a sus territorios, en 85 a.C. terminó la Primera Guerra Mitridática.

La Segunda Guerra Mitridática fue más corta y menos espectacular que la primera. El propretor Murena pensó que podría ganar algo de gloria invadiendo el Ponto, y Mitrídates le venció sin contemplaciones. Por entonces, Sila ya era el hombre más poderoso de Roma, y tenía los dientes bien clavados en la provincia de Asia. No le interesaba esta guerra, y ordenó terminar con las hostilidades.

La Tercera Guerra Mitridática pilló a Roma, como se suele decir, con el carrito de los helados. El ascenso al poder absoluto del dictador Sila había venido acompañado de una cruenta represión y la rebelión de Sertorio en Hispania. Aprovechando la coyuntura, Mitrídates invadió la provincia de Asia. Tal vez pensaba que, con sus problemas internos, Roma no podría luchar en tantos frentes, pero se equivocó. Lúculo primero y luego Pompeyo recuperaron el territorio perdido y se lanzaron en persecución de Mitrídates, que prefirió suicidarse antes que ser capturado.

Estas guerras fueron en gran parte las que propiciaron la creación de enormes ejércitos por parte de Roma; ejércitos que muchas veces estaban en manos particulares y que con frecuencia terminaban marchando contra la misma Roma, dando comienzo a una época de guerras civiles que no terminarían hasta el ascenso al trono imperial de Octavio Augusto.

Para saber más:

* McCullough, Colleen. El primer hombre de Roma
* El Rey Mitrídates y la hierba de San Juan, en laverdad.es
* Mitrídates del Ponto, en Historia Clásica
* Mario y Sila, 4ª parte, en Terra Incognita

Imágenes: Wikimedia Commons (Mitrídates VI) – Mapas Imperiales (Dominios de Mitrídates VI)

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Por Irreductible, publicado el 21 mayo, 2008
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