LA ALDEA DESPIDE A UN IRREDUCTIBLE… HASTA SIEMPRE CEBRIAN

Por Irreductible, el 21 octubre, 2007. Categoría(s): cosas de la Aldea • personajes • radio


LA ALDEA DESPIDE AL MAESTRO, ADIOS JUAN ANTONIO
Esta noche, mientras iba a trabajar, comenzó a sonarme el movil… no pude cogerlo, ya que estaba conduciendo, pero al momento, volvió a sonar… y después un mensaje, y luego otro… hasta 8 mensajes…
Cuando aparqué el coche, miré el teléfono y me quedé blanco…
Mi querido Juan Antonio Cebrian había muerto víctima de un infarto.

No puedo expresar en palabras lo que siento hacia este compañero de noche… Alguien que me ha acompañado mientras estudiaba casi desde el Instituto hasta ahora en el turno de noche del trabajo… El maestro que me bautizó en antena como Irreductible una noche hace ya casi 12 años en su programa Turno de Noche… Una persona que llenaba el aire desde las ondas de la radio y que me hacía compañia mientras me enseñaba lo interesante que puede ser la historia, la ciencia, la tecnologia, los misterios del planeta…
Ha sido una de las noches más tristes de mi vida y ahora mismo, que acabo de terminar de trabajar, aún no puedo imaginarme que este gran paisano manchego y uno de los mejores periodistas y profesionales de la comunicación, ya no esté con nosotros…

Desde aquí, te mando un abrazo, compañero y maestro…
Tambien otro muy muy fuerte a Silvia y Alejandro.
Allí donde estas ahora, seguro que la radio se oye alta y sin interferencias…
Fuerza y Honor, amigo… Nunca te olvidaré…

Aquí dejo el comunicado de Onda Cero sobre el adios a Juan Antonio Cebrián:

Onda Cero informa a sus oyentes de una noticia que ojalá no hubiéramos tenido que contar nunca. La noticia de la muerte de un compañero. Ha fallecido Juan Antonio Cebrián, de repente, por culpa de un infarto traicionero que llegó esta tarde sin avisar, sin darle ocasión a Juan Antonio de despedirse de ustedes, la familia de los oyentes de Onda Cero y la familia de sus oyentes de La Rosa de los Vientos.

Esta noche no va a haber Rosa de los Vientos, porque se nos ha muerto el alma de este programa, el hombre que lo creó, lo inventó, lo hizo crecer y lo condujo con mano maestra hasta convetirlo en lo más hermoso que puede llegar a ser un espacio de radio: un programa de culto, una parte de la vida de cientos de miles de personas que escuchaban, admiraban y querían a Juan Antonio Cebrián. Su muerte nos ha dejado a todos perplejos, y deja a nuestra cadena huérfana de una de sus voces más genuinas, una voz que siempre tuvo el sello de esta casa, la impronta de Onda Cero.

Juan Antonio ha formado parte de esta aventura desde que levantamos el telón, hace ya diecisiete años. Un buen día llegó al estudio con su música favorita en una mano y su innata capacidad de transmitir en la otra: el resultado fue «Discos Cero», el primer paso de una carrera que, para él, era una forma de ver y entender la vida. En aquella Onda Cero que empezaba, a Juan Antonio Cebrián le bautizamos entre todos como «el Cebri»: inquieto, curioso, creativo; inventor de programas muy diversos -«Bienvenidos al club», «La Red», «Azul y verde»-, que compartieron siempre un denominador común: el afán por divulgar, la otra gran pasión de este Cebri que hoy se nos ha marchado sin previo aviso: la divulgación histórica.

Solo él era capaz de convertir a Juana la Loca en un vivisimo personaje radiofónico. Gracias a él aprendimos, entre excursiones científicas, grandes enigmas, y criticas de cine antológicas, gracias a él aprendimos a disfrutar de aprender escuchando la radio. Un buen día Juan Antonio, hombre de radio, descubrió que a sus oyentes del «Turno de noche» les fascinaba descubrir «Pasajes de la Historia». Y así empezó una irrepetible serie radiofónica, que acabaria siendo el germen, también, de la carrera literaria de Cebrían, el escritor, el divulgador, el autor que cosechaba, libro tras libro, abrumadores éxitos de ventas.

Esta noche la familia de Onda Cero, y la familia de La Rosa de los Vientos, está enlutada. Hoy la vida -siempre imprevisible- nos ha dejado sin uno de los grandes de este medio. Sólo la muerte le podía impedir acudir a la cita con la audiencia. Sólo la muerte podía apartarle de este micrófono que era suyo. Esta es la noticia que ojalá nunca hubiéramos tenido que dar. Que se nos ha ido Juan Antonio Cebrián. Uno de los grandes. Uno de los buenos. Uno de los nuestros.

DESCARGATE EL HOMENAJE EN LA ROSA DE AYER A JUAN ANTONIO CEBRIAN