Comenzamos la semana en la Aldea. Siete días que dan para mucho, para casi todo y para casi nada… Una semana que, haciendo de futurólogo, preveo va a ser muy intensa… demasiado.

Una semana que estará llena de contradicciones, de pocos altos y demasiados bajos, una semana que está obligada a terminar con muchas cosas y debería comenzar con otras… y sin embargo, quizá sea una semana más, sin nada relevante que aportar a la historia.

En fin, una semana que espero no tenga muchos «y, sin embargo» como la tonadilla de Sabina, mi canción favorita en español, y canción con la que me gustaría comenzar esta semana.

Porque como ya es tradicción, en la Aldea se empieza la semana, para bien o para mal con música… y en esta ocasión quiero darme un capricho: Mi querida «y sin embargo», dedicada a una semana de pros y contras.

La canción más bella y sin embargo, más cruda que nadie le ha escrito al amor.
Una canción para empezar, y sin embargo, acabar con muchas tonterias.
Una gozada de poesía, y sin embargo, una mirada tan real como cruel.

Y sin embargo…

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