Crónica de un incendio a las puertas de casa

Por Irreductible, el 16 julio, 2012. Categoría(s): actualidad • Canarias • ecologia

La mañana de hoy tiene una banda sonora diferente. Un anodino sonido al que, a pesar de su constancia, uno no se acostumbra fácilmente. Desde primera hora de la mañana me acompaña el tacatacataca de los helicópteros sobrevolando literalmente mi casa en su ida y vuelta desde el Barranco del Infierno en el sur de Tenerife.

Cuando llegué a Tenerife hace ya diez años lo hice como casi cualquier turista. Busqué un apartamento en primera linea de playa, con piscina y rodeado de chiringuitos. Pensé que sería como flotar en la tranquila hamaca de un verano continuo durante todo el año… sin embargo, me equivoqué.

Pronto me cansé de vivir rodeado de guiris que cada semana llegaban blanquitos como la leche y se iban siete días después rojos como un salmonete. El afán casi lujurioso por la playa se me pasó en poco más de tres meses y finalmente terminé harto de seguir encontrando arena por cualquier poro de la piel después de ducharme tres veces al día.

Supongo que me cansé rápido del empalagoso paraíso que supone vivir justo en medio de la mayor concentración de hoteles de toda Europa… la mayoría de 4 y 5 estrellas, pero en donde te las ves y te las deseas para encontrar una librería, un bar con tapas o simplemente una tienda donde no te claven hasta los tomates a precio de turista noruego.

La decisión fue buscar un lugar algo más nativo, menos sofisticado pero más natural. Y bueno, tampoco fue muy dificil porque a tan sólo seis kilómetros del bullicio de Adeje Costa, y como su propio nombre indica, está Adeje (Pueblo).

No es que sea el mejor sitio en el que he vivido, pero oye, se está a gusto, es tranquilo y uno va encontrando su lugar, su café en el bar de la España profunda, su kioskero, su coqueta pero completa biblioteca, su ambicioso concejal de urbanismo, su plaza con viejos jugando al dominó, en fin… lo que viene siendo un pueblo en el sentido más hispánico de la palabra.

Y es un pueblo bonito. Con el mar a la vista apenas a cinco minutos en coche y rodeado por barrancos coronados por pinares, roques escarpados e incluso su propia montaña tipo encuentros en la tercera fase.

Sobre el pueblo se abre una bella Reserva Natural Especial a la que todo el mundo conoce como Barranco del Infierno y que hoy, desgraciadamente, hace honor a su nombre.

Sobre las 15:00 de ayer se daba la voz de alarma para incendio iniciado probablemente desde una de las numerosas huertas al norte de Adeje, en Ifonche.

A estas horas aún no se sabe si provocado o accidental, pero parece que con casi toda seguridad nuevamente la mano del hombre esté detrás del fuego que hasta ahora ha afectado a más de 1000 hectáreas, arrasando por el momento unas 400 y que a primeras horas de la tarde de ayer se dividía en varios focos, uno de los cuales ya parece haber sido acotado.

Incendio 025

En estos momentos, y aunque durante toda la mañana he sido testigo de cómo los servicios de bomberos se está dejando la piel y los helicópteros (he contado dos, aunque en algunos medios dicen que hay cuatro, uno del Cabildo, uno del Ministerio de Medio Ambiente y dos del Gobierno de Canarias-GES) no han parado ni un momento, el fuego sigue activo.

Una de las mayores preocupaciones es que el fuego se extienda desde los focos actuales hasta el Parque Natural de la Corona Forestal que queda tan sólo a unos kilómetros del Parque del Barranco del Infierno. Y lo digo por experiencia, si llega allí sería muy muy jodido… ¿Por qué? Porque creedme que es uno de los lugares más bonitos de todo el planeta.

Ayer por la tarde, el Gobierno Canario activaba el nivel 2 de alerta (emergencia) y se desalojaban varias casas en los municipios de Vilaflor (uno de los pueblos más altos de España), Guía de Isora y Tijoco.

Los vientos de ayer, la humedad y el calor hicieron que durante la noche el incendio avanzara de las 100 hectáreas afectadas a las actuales 1000 hectáreas con las que me he despertado esta mañana. Conforme el día vaya avanzando y la temperatura suba, la cosa se puede poner más complicada.

Tristeza es lo que siente uno en estas ocasiones. Ver cómo se convierten en ceniza parajes tan emblemáticos como el Barranco del Infierno, deja un sentimiento de desazón, de putada gorda e impotencia, mientras el lejano olor a quemado llena las calles más altas.

He hablado con varias personas esta mañana que tenían huertas junto al fuego. En su caso afortunadamente no han sufrido daños de gravedad y me cuentan que lo que ha ardido era campo mayormente de matorral y algún arbol aislado.

Sin embargo, 1200 hectáreas afectadas son muchas hectáreas… Sí, unos 1200 campos de fútbol, haciendo la cuentas fáciles. Mucho, demasiado.

Ya es mediodía y el fuego aún no ha sido controlado… desde aquí mi breve visión del incendio y mi ánimo a los bomberos, una buena muestra de esos funcionarios a los que durante estos días la más baja calaña política ha vuelto a ningunear mientras ellos nos salvan de la quema.

Nota: Estoy subiendo las fotos que he ido haciendo esta mañana a mi Flickr y durante toda la noche he estado atento al desarrollo de los acontecimientos mediante twitter. Si hay novedades las comento por el pajarito.



Por Irreductible, publicado el 16 julio, 2012
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